Este verano buscando senderos sombrios |
En esta ocasión nos juntamos cuatro amiguetes, Matxan de Mañeru, Iñaki Suescun de Lerin, y Txemari el Guipuzkoano de Orereta, al que hemos conocido en esta ruta.
Como todo el verano, voy buscando zonas altas y bosques de hayas en los que se está bastante más fresquito que en el fondo de los valles. En esta ocasión salimos desde la localidad de Lezaun, situda a 800 mts de altitud sobre el nivel del mar, con la intención de enseñar a mis colegas los barrancos de Arbioz y Obantzea, ambos en la Sierra de Andia.
Transitando por el interior de barrancos |
Tras un corto descenso alcanzamos Iturgoien, uno de los pueblos más altos de Nafarroa. Vamos subiendo por las empinadas cuestas de esta localidad, buscando la pista de todo uno que une este pueblo con la Ermita de la Trinidad, por la que vamos ascendiendo durante algo más de un kilómetro, hasta dejarla por la senda que por la derecha, nos permite alcanzar el fondo del Barranco Obantzea.
De vez en cuando hay que echar pie a tierra |
Este impresionante cañón es muy poco transitado, por lo que las sendas se encuentran pasables, aunque algo cerradas de vegetación.
Primero por la margen derecha y tras cruzar el cauce por la izda, vamos recorriendo este desconocido lugar para la mayoría, y que aconsejo acercarse a conocer, tanto en bicicleta como a pie, pudiendo de esta manera acceder a rincones maravillosos.
Antes de salir del cañón, nos asomamos a ver el expectacular salto del Arizulo, un corte de más de 40 mts de altura, donde desagua el barranco al Valle de Guesalaz.
Tras un par de cortos pero exigentes ascensos, alcanzamos la pista que une Arguiñano con la Sierra de Andia, hasta llegar a los rasos de altura, donde se encuentra un curioso lugar como son las Bordas de Arriba de Arguiñano, mejor podríamos decir los restos de lo que fué una concentración de bordas, donde los ganaderos de la zona, pasaron y vivieron los veranos cuidando su ganado.
Preciosas vistas de Lizarraldea, desde la sierra de Andia |
Dejamos la pista por la izda y continuamos por un precioso y verde camino que discurre dejando el Monte Otsaurka a la derecha, hasta alcanzar un paso de alambrada, que será desde donde nos introduciremos de nuevo a los barrancos, en esta ocasión al que alimenta al Obantzea por su derecha.
Rasos de Andia, al fondo, Trinidad de Iturgoien |
Nada más cruzar la pared, giramos a la izda, introduciéndonos en un lugar mágico, donde puedo asegurar que han sido muy pocas las bicis que lo han recorrido. Pese a ello, el paso del ganado ha tallado una marcada senda que hará las delicias de quien se aventure a recorrerlo.
Hacia la mitad del recorrido por el barranco, debemos de echar pie a tierra para superar una zona de estrechamientos entre rocas vestidas con una gruesa capa de musgo, que le dan un aire de cuento a este lugar, una preciosidad.
Quizas son lugares mejores para caminar... |
Giramos a la derecha y continuamos en ascenso hacia dicha Ermita,alcanzando la "Txerri Borda", donde nos tomamos un pequeño respiro antes de dejar la pista hacia la derecha, cogiendo primero el Camino Zurloz y después por Tanturrandi, alcanzar las Bordas de Saliberri, debajo justo de la Ermita de la Trinidad de Iturgoien, a la que llegamos tras un último esfuerzo en forma de exigente repecho.
Esfuerzo que merece la pena, ya que lo que se divisa desde esta cima de 1239 mts de altitud es impresionante.
Iniciamos el descenso hacia Lezaun hacia el sur, un poquito hacia la izda de la ermita, por los rasos primero y enseguida cogiendo una senda que los animales han tallado por el hayedo, muy bonita.
Este tramo de descenso, aunque corto, es muy atractivo e interesante, y nos deja en la pista que va dejando el monte Mugaga a la izda y que llegaría a Iturgoien. Pero antes de iniciar la zona de descenso, la dejamos por la derecha, para ir buscando las sendas que por encima del Barranco de Arbioz, nos dejará en el Camino de Iturgoien, por donde anteriormente hemos iniciado la ruta, en lo que para mi, es uno de los mejores descensos de la zona, largo, muy completo y sobre todo muy divertido.
En resumen, una ruta aconsejable para quien quiera conocer esta zona tan poco frecuentada del Norte de Lizarraldea, aunque evidentemente es una ruta de verano y otoño, en invierno y primavera, al ser una zona húmeda, el barro la hace prácticamente inviable.
No hay nadie en la zona que diseñe unas ruta-aventuras tan cañeras, divertidas y estéticas. Como dice mi amigo Iñaki eres el Basajaun de Lizarra.
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